Los spa continúan siendo una de las mejores razones para que los viajeros decidan alojarse en un hotel o bien, opten por no hacerlo. Los huéspedes que demandan los servicios que ofrecen los spa, dentro del alojamiento contratado, sigue en crecimiento y determinando los derroteros de la hotelería contemporánea. La cantidad y calidad de servicios proporcionados por el spa de un hotel, ha llegado a ser una circunstancia que defina la elección que haga un viajero para reservar en un lugar o en otro. Los hoteles boutique tienen la ventaja de ponderar como ninguna otra variedad de hotel, el bienestar físico y espiritual de sus clientes y por ello, en la mayoría de los casos, incluyen spas excelentes dentro de sus instalaciones. Tal circunstancia explica en gran medida el éxito que han tenido, en años recientes.
Uno de los factores que han hecho tan significativos a los spas en los hoteles, es que, de acuerdo a cifras recientes, pueden representar hasta el 30 por ciento de los ingresos captados por ese negocio. Y es que no solo se atiende en los spas de los hoteles a quienes se alojan en ellos, sino también a los lugareños que los frecuentan, interesados por su bienestar exterior e interior. Los propietarios de muchos hoteles boutique han captado esta circunstancia y por ello, han ponderado en la calidad de sus propios spa, incluyendo tratamientos variados y un personal perfectamente capacitado.
Es clave para garantizar la excelencia de un spa, especialmente los que se localizan dentro de los hoteles, brindar una atención especializada, manejar productos y tratamientos de primer nivel, contar con instalaciones limpias y seguras y manifestar el máximo profesionalismo en los servicios ofrecidos. Lo más relevante para el caso de implementar un spa en un hotel o un hotel boutique, es que lo anteceda una conveniente planeación, para que tal servicio se transforme en una vía de crecimiento para el hotel en cuestión y no, más bien, una fuente de dispendio.
De los errores y prácticas capaces de hacer inconveniente la implementación de un spa en un hotel o un hotel boutique, hay que mencionar los siguientes: no cumplir con los requisitos sanitarios; no actualizar con la debida frecuencia los métodos, tratamientos, procedimientos y productos utilizados en ese spa; comprar equipo y mobiliarios muy costosos y que posteriormente no pueda ser recuperada tal inversión y la utilización de aceites de masaje de poca calidad.