Las vacaciones son el momento esperando por todos durante el año; descanso, placer, sol, mar, montañas, diversión… Pero es fundamental tomar algunos cuidados para que ningún inconveniente con la salud sorprenda al turista durante ese período lejos de casa.
Playa, mar, arena y sol, mucho sol. Un cuadro que se transforma en sinónimo de vacaciones, de viajes, de placer y descanso en familia o con amigos. Aunque no todos los viajeros cumplen con ese hábito, el uso de un buen protector solar se hace in dispensable para proteger la piel de los rayos ultravioletas del sol, tan dañinos cuando se está expuesto sin ningún filtro.
El verano significa calor, una época del año que se quiere aprovechar bien tanto para conocer lugares nuevos como para disfrutarlos a pleno. Y para que eso suceda sin complicaciones, la hidratación es el punto fundamental de una temporada sin sobresaltos.
Para quienes veranean en regiones con ríos:
Tener en cuenta los alertas sobre las corrientes y sobre la profundidad del río, para evitar remolinos o sorpresas desagradables que pueden llevar a una situación dramática.
Para quienes veranean en regiones montañosas:
Al hacer paseos por senderos para conocer la región, los famosos paseos de aventura, es necesario tener cuidado en cuanto al tipo de sendero, a la presencia de animales y a la protección necesaria para las mordidas de insectos.
Para quienes veranean en una playa:
Tener siempre en cuenta el color de las banderas que indican el estado del mar. Recordar que:
- verde = seguro
- amarillo = atención
- rojo = peligro
- negro = no hay salva-vidas
Para quienes utilizan mucho las piscinas de hoteles o van a parques acuáticos:
No dejar juguetes al borde la piscina, atrayendo a niños pequeños que pueden terminar cayendo al agua. Evitar correr al borde de la piscina y chequear que el filtro de la piscina no esté encendido durante el uso de la misma.
Pasar las vacaciones en un destino turístico es poder alejarse de la rutina. No importa el tipo de destino, sino el hecho de estar en vacaciones. ¿Qué significa estar en vacaciones? Pues bien, significa dejar la dieta de lado, parar con la rutina de ejercicios, si se es mayor de 18 años beber más de lo que se acostumbra, dormir menos para aprovechar el día…
¡Realmente no es por casualidad que muchos turistas terminan enfermándose durante el viaje o ni bien regresan a casa!
Es muy importante tener equilibrio en lo que se hace y no importa el lugar; los hábitos saludables se deben mantener, eso es imprescindible para la salud. Algunos de ellos son:
Mantener la hidratación – Claro está que eso es válido para mantener durante todo el año. La hidratación es fundamental para la salud! Sucede que, durante las vacaciones, hay tanto para hacer, que el turista a veces se olvida de la importancia de una bebida hidratante o de la ingesta de frutas. Este punto es fundamental!
Domir – Es comprensible que se quieran aprovechar bien las horas de diversión y disfrute, pero el descanso es fundamental para la salud. Teniendo en cuenta que estamos hablando de un período de vacaciones, ese descanso es fundamental para recuperar las energías perdidas a lo largo del año!
Cuidado con la higiene – Durante las vacaciones los turistas están más expuestos a bacterias y gérmenes al tener que frecuentar lugares públicos como baños en aeropuertos, aviones y hoteles. Por eso es recomendable llevar siempre alcohol en gel o paños antisépticos.
Hacer ejercicios – Esto no significa correr, levantar pesas o saltar la cuerda al amanecer, sino simplemente mantener el cuerpo en movimiento con una caminata a orillas del mar o un paseo por el centro o recorrer un sendero para ver un atardecer. La consigna es alejar la vida sedentaria, tan villana para el cuerpo.
Mantener una dieta saludable – Es entendible que nadie quiera pasar sus vacaciones comiendo tan sólo ensalada y tomando agua. Sin embargo es muy importante para el organismo no hacer un cambio radical en la alimentación que se mantiene durante el año. Es aconsejable mantenerse alejado de la comida fast food y de las frituras. Lo ideal es basar la alimentación en comidas frescas y livianas.
Recordar siempre que las altas temperaturas durante el verano llevan a una deshidratación que puede desencadenar en otros cuadros como la diarrea. Los síntomas de la deshidratación leve son:
- sed
- orina amarilla y oscura
- dolor de cabeza
- boca seca
- piel seca
- calambres
En una deshidratación más grave:
- orina muy oscura
- irritabilidad
- confusión
- mareos
- desmayos
- taquicardia
- hipotensión arterial
- respiración agitada
En ambos casos es fundamental reponer el líquido perdido. Beber agua y reponer el sodio, según indicación médica, será el primer paso para la recuperación. El café, las bebidas gaseosas y alcohólicas deben dejarse de lado.
Recordar siempre que, durante las vacaciones pero también durante todo el año, una alimentación con muchas verduras y frutas y beber agua durante el día, es la mejor prevención para mantener la salud.