Desde septiembre, El Salvador se convertirá en el primer país del mundo en legalizar a las criptomonedas como dinero de curso legal, equiparándolo con el dólar. Sin embargo, un pequeño pueblo costero del país latinoamericano ya había impulsado esa medida desde hace casi dos años, siendo conocido como “Bitcoin Beach”. En el siguiente artículo te comentaremos la historia de El Zonte, una localidad que marca el futuro de la industria del turismo en su búsqueda por reactivarse tras los efectos de la pandemia y la crisis económica.
Nadie pensaba que un pequeño país en América Latina escribiría uno de los capítulos más importantes en la historia de la economía moderna y que, al mismo tiempo, serviría de parámetro para pensar la reactivación del sector turístico después de la pandemia. A final de cuentas, es necesario recordar que antes del Covid-19, el turismo era uno de los sectores económicos más ricos del planeta y permitía que muchos países pudieran apoyarse en él para equilibrar sus cuentas. Sin embargo, las restricciones a la circulación y las diversas medidas sanitarias que se han tomado para frenar la propagación del virus pusieron todo cabeza para arriba.
Ahora bien, a medida que las vacunas contra el Coronavirus se distribuyen con rapidez y se aplican en gran parte del mundo, es momento de pensar qué es lo que vendrá para este sector y El Salvador es el gran ejemplo a seguir. Conscientes de que cada vez son más las personas que buscan cómo comprar Bitcoin, han decidido declarar a las criptomonedas como dinero de curso legal en su país para así también atraer a turistas de todas partes del planeta y mejorar la situación económica del país en relación a la formalidad y al acceso a la tecnología.
Esta medida de El Salvador está inspirada en un pequeño pueblo costero dentro del país que durante los últimos meses se lo conoció como “Bitcoin Beach”: El Zonte, una localidad ubicada a 40 minutos de la capital lleva implementando hace dos años la modalidad de poder pagar con criptomonedas, especialmente con Bitcoin. Esa medida, en parte, les permitió afrontar la pandemia de la mejor manera posible, ya que después de todo es un pueblo que vive del turismo. Los rendimientos históricos alcanzados por las criptomonedas en 2020 fueron una bendición para los trabajadores de la zona.
Para muchos, El Zonte es una suerte de muestra a escala de lo que puede llegar a ser la economía del futuro: los salarios de los trabajadores se pagan en Bitcoin, así como cada pequeño gasto cotidiano también se puede abonar con las criptomonedas, llegando al punto de casi no poseer sucursales bancarias dentro del pueblo. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, nombró a esta localidad como modelo a seguir a la hora de presentar el proyecto que marcó historia: un país acepta a las criptomonedas como dinero de curso legal, abriendo la puerta a la innovación tecnológica y financiera. ¿Otras naciones seguirán este camino?